Anillos de Júpiter. Asteroides, Júpiter y Saturno

Satélites y anillos de Júpiter
Los anillos del planeta Júpiter

No, nos hemos confundido con los famosos anillos de Saturno. Estamos hablando de los anillos de Júpiter, que podemos contemplar en la imagen. Mientras que los de Saturno se pueden ver desde la Tierra, incluso a través de telescopios de poco alcance, los de Júpiter son complicados de visualizar. De hecho, es tan complicado verlos que no se sabía de su existencia hasta el año 1970, cuando los descubrió la nave espacial Voyager 1.

Los anillos de Júpiter son cuatro. El más interno es Halo, que es un anillo en forma de nube. A continuación, se encuentra el anillo Principal, que es bastante estrecho y muy delgado. Le sigue el anillo Gossamer, que es casi transparente. Este último anillo consta de dos partes: el anillo Amaltea Gossamer, que está más cercano a Júpiter, y el anillo Tebe Gossamer.

Mientras que los anillos de Saturno están compuestos, en su mayoría, de hielo, los de Júpiter están formados por pequeñas partículas de polvo. Gracias a la nave especial Galileo, hoy en día sabemos que dicho polvo procede de los meteoros que chocan contra la superficie de los satélites menores de Júpiter, Metis y Adrastea. El polvo desprendido entra en órbita alrededor de Júpiter formando los anillos.

Se desconoce la edad del sistema de anillos de Júpiter, pero se cree que posiblemente hayan existido desde la formación del planeta. Tras las observaciones iniciales de la Voyager 1, los anillos de Júpiter han sido estudiados por la nave Voyager 2, el orbitador Galileo, la sonda Cassini, la sonda New Horizons y por los telescopios Keck y Hubble.


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