Desertización y desertificación

Tanto la desertización como la desertificación provocan la paulatina pérdida de su cobertura vegetal del suelo, lo cual desencadena unas condiciones de extrema desolación dejando tierras yermas.

La diferencia entre ambos conceptos es que la desertización se produce por causas naturales, mientras que la desertificación se debe a las acciones del ser humano.

¿Qué acciones están detrás de ambas? De entrada, lo peor es que no suelen ser independientes, sino que generalmente los procesos naturales que conducen a la aridez de una zona suelen venir acentuados por malas prácticas agrícolas tales como cultivar en zonas de excesiva pendiente, arar a favor de ésta en lugar de adaptarse a las curvas de nivel del terreno, no aterrazar (construir bancales en las laderas), etc.

Los bancales frenan la erosión

Una vez que un área concreta empieza a degradarse, se le suele añadir la existencia de lluvias torrenciales que arrastran gran cantidad de terreno suelto hacia zonas más deprimidas y de menos pendiente. Los suelos sufren así erosión, a la vez que los ríos cargados de sedimentos se vuelven peligrosos al sufrir obstrucción de su cauce además de ir colmatando los embalses o las zonas deprimidas. Como consecuencia, aumentará el riesgo de inundaciones en las siguientes precipitaciones, cuando se den las crecidas en los cursos de los ríos.

Generación natural de un desierto

Un desierto viene condicionado por:

Agentes climáticos: básicamente los aguaceros y el viento son los principales movilizadores de sedimentos, al actuar sobre los suelos y transportar sus materiales.

Naturaleza del sustrato: la vulnerabilidad que presente al desgaste por los agentes atmosféricos es función de parámetros tales como su composición, la permeabilidad, disposición, etc...

Topografía o relieve de una región: será trascendental de cara a la erosión que experimentará en un futuro. Cuanto más abrupto, expuesto a los factores climáticos y mayor pendiente presente, más rápidamente será desmantelado o degradado.

La vegetación evita la desertización

Pérdida de vegetación: la cubierta vegetal es un factor fundamental en la conservación del sustrato ya que lo protege de las inclemencias del clima, a la vez que las raíces anclan los sedimentos evitando que puedan ser transportados por las aguas en la escorrentía superficial, o por los vientos.

Creación artificial de condiciones desérticas

Las causas son todas ellas de carácter antrópico:

Deforestación: puede hacerse tanto de manera física (arranque manual, tala, quema de rastrojos...) como química (uso de herbicidas, por ejemplo).

Agricultura con técnicas no sostenibles: conlleva que el suelo pierda sus nutrientes y finalmente tras un determinado número de cosechas dejará de ser apto para la agricultura y el pastoreo. Es por esto que antiguamente en España estaba la costumbre de dejar algunas tierras "en barbecho", lo que quería decir que esa temporada la parcela no se trabajaría para que pudiera recuperarse de la sobreexplotación a la que estaba siendo sometida.

Sobrepastoreo: el alimento desmedido de herbívoros junto con el excesivo paso de ganado acarrea la desaparición de vegetación en esa área y el empobrecimiento mineral del sustrato.

Minería y canteras: producen la removilización de grandes volúmenes de tierra y rocas, así como el vertido a la atmósfera de gran cantidad de polvo en suspensión que al ser movilizado por el viento ejerce una mayor erosión sobre los relieves a los que afecte. Las lluvias depositan estas moléculas en tierra, sobre las plantas, impidiéndolas realizar la fotosíntesis adecuadamente.

Las obras públicas desertifican

Obras públicas: muchas suponen la ruptura de taludes en las pendientes de los cerros y montañas, cortes en las laderas, formación de cárcavas... de manera que los terrenos acaban deslizándose a favor de la pendiente, dándose peligrosas caídas de piedras de diverso tamaño hacia las carreteras, desplomándose al ceder el suelo que les sostenía, etc.

Urbanismo: supone la creación de relieves artificiales donde antes no los había, influyendo y alterando los flujos de viento que existían hasta entonces en el lugar. Al añadir asfalto, hormigón y otros productos, cambian las condiciones de insolación/evaporación existentes afectando al clima. A la vez trae consigo una mayor demanda de agua y otros recursos a la zona, la construcción subterránea de conducciones, el tendido eléctrico en superficie, la movilización de vehículos vertiendo gases químicos a la atmósfera, etc.


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