Desiertos creados por el hombre

Los científicos estiman que cada año se pierden 12 millones de hectáreas debido a la desertificación, es decir, a la tendencia a instalarse condiciones desérticas en una zona por determinadas acciones llevadas por el ser humano. Esta degradación o pérdida de suelo afecta al 52% del suelo destinado a labores agrícolas, lo que perjudica directamente a 1.500 millones de personas que viven como agricultores.

Método directo biológico

Pero, indirectamente, la desertificación afecta a la totalidad de los seres humanos, pues se prevé que en 25 años el precio de los alimentos se incremente un 30%, dado a que habrá una menor producción.

Para frenar esta tendencia, de 1951 a 1962 la UNESCO realizó un programa mundial de estudios sobre las zonas áridas, que se ha continuado con el programa "El Hombre y la Biosfera" y el programa hidrológico internacional. En 1994, la comunidad internacional reconoció que la desertificación es uno de los mayores problemas ambientales globales que amenazan al planeta y a sus habitantes. Se adoptó la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (CNULD), que en la actualidad han ratificado 194 países.

Prevenir y corregir la desertificación

Básicamente la prevención y corrección de la desertificación se basa en:

Lucha contra la desforestación

Lucha contra la deforestación: instalación de cortafuegos en zonas arboladas, luchar contra la quema de rastrojos, rotar el uso del suelo en tierras destinadas a alimentar al ganado, prohibir la plantación de especies que empobrezcan los suelos (como hacen, por ejemplo, los eucaliptos; en su lugar se plantan pinos que enriquecen el contenido mineral de los suelos).

Control de la erosión en tierras cultivadas: la mejor manera de evitar el empobrecimiento de la tierra cultivable es dando a cada una un uso compatible con sus características (algo que se conoce como "ordenación del territorio"), plantando especies vegetales de mayor cobertura y fomentando la rotación de cultivos para poder lograr una producción o cosecha próspera y sostenible

Recuperación de zonas erosionadas/frenado de procesos erosivos en tierras de labranza: mediante la construcción de diques en las cárcavas se frena el retroceso de barrancos, repoblación con árboles en las lindes de los cultivos cuyas raíces anclen el terreno frente a la escorrentía superficial, construcción de bancales en laderas para evitar el arrastre de tierra por las aguas de lluvia, arar siguiendo las curvas de nivel

Cortavientos

Control de la erosión eólica: instalación de barreras cortavientos de tipo vegetal o artificial y mediante el aumento del recubrimiento del suelo; fijación de dunas si afectan a vías de comunicación, asentamientos humanos o campos de cultivo; plantación de bosques que fijen el suelo y obstaculicen las corrientes de aire

Control de la erosión originada por las obras públicas: adaptar las obras a la morfología y topografía del paisaje, realización de cunetas; aliviaderos o drenajes adecuados; repoblación de taludes con árboles de rápido crecimiento y construcción de muros de contención en lugares con peligro de deslizamiento.


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