Colonias espaciales
Diccionario de astronomía, letra C


Una evolución de las grandes Estaciones espaciales que están en órbita alrededor de la Tierra, son las colonias espaciales. Según Gerard O'Neill, el diseñador más famoso de estas estructuras, una típica colonia espacial podría estar constituida por un inmenso tubo rectilíneo de 6 km. de diámetro y 25 km. de longitud.

Con el fin de crear una gravedad artificial, el tubo se haría rotar alrededor del propio eje longitudinal. La arquitectura de esta ciudad flotante en el espacio, que según O'Neil podría albergar a centenares de miles de habitantes, es muy singular. Supongamos que se secciona el tubo con un plano normal a su eje longitudinal: encontraremos tres valles (que reproducen un paisaje montañoso terrestre, ricos en vegetación y salpicados de casas), separados por tres espacios vacíos en los cuales las paredes del tubo son transparentes de manera que pueda entrar la luz del Sol. En el interior del tubo se crearía una atmósfera similar a la terrestre, comprendiendo incluso nubes y vapores. Un habitante de uno de los valles vería su propia franja de tierra extenderse a lo largo de todo el tubo; a ambos lados surgiría el paisaje espacial, y sobre su cabeza, las otras dos franjas de tierra con los habitantes que allí se encuentran suspendidos con la cabeza hacia abajo. Una de las peculiaridades de esta colonia radicaría en que, levantándose en el aire hacia el centro del tubo, la gravedad artificial disminuiría y por lo tanto un hombre provisto de un simple par de alas lograría volar.

Un proyecto de colonia espacial orbital fue puesto a punto en 1975 por un grupo de científicos, técnicos y economistas, bajo los auspicios de la NASA y de la Stanford University de California. Se trata de una estructura en forma de rueda, o "toro", con un diámetro de 1,5 km, que gira sobre su eje central para crear un estado de gravedad artificial. La luz necesaria para la vida de los "colonos" y para sus actividades sería proporcionada por un enorme espejo circular fluctuante sobre la estructura, el cual haría converger los rayos del Sol hacia otros espejos que, a su vez, los reflejarían en el interior a través de amplios vitrales de 30 metros. Además de casas, fábricas, escuelas, hospitales, negocios, etc., la colonia dispondría de una gran instalación automática para el tratamiento de los minerales extraídos del suelo lunar.




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