Litogénesis. El relieve terrestre

Litogénesis
La litogénesis terrestre

La litogénesis consiste en un conjunto de procesos mediante los cuales se originan nuevas rocas. Estos procesos se producen cuando los materiales erosionados se transportan y sedimentan. Pueden dar lugar a rocas compuestas o poliminerálicas, formadas por cristales o granos de distintas especies mineralógicas, o a rocas monominerálicas, constituidas por granos o cristales de un mismo mineral.

En la corteza terrestre se pueden encontrar tres tipos de rocas: sedimentarias, metamórficas o ígneas. Las rocas metamórficas son aquellas que se forman con materiales procedentes de la erosión de otras rocas. Para ello es necesario un proceso denominado metamorfismo, que precisa de altas presiones, en torno a 1.500 bar. También necesita altas temperaturas, entre 150 y 200 grados centígrados, o un fluido activo que altere la composición de la roca. En la imagen se puede apreciar un ejemplo de roca metamórfica producido por litogénesis.

Las rocas ígneas son aquellas que se forman por la solidificación por enfriamiento de magma o de lava. Si el enfriamiento se produce de forma lenta las rocas son plutónicas o intrusivas. Por el contrario, el enfriamiento rápido da lugar a rocas volcánicas o extrusivas.

Finalmente, las rocas sedimentarias son las que se originan por la consolidación de sedimentos sometidos a diversos procesos físicos y químicos, denominados diagénesis. Suelen formarse en las orillas de los ríos, en lagos, mares, valles o barrancos, y se encuentran dispuestas formando capas o estratos.


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