El Paleozoico: Devónico, Carbonífero, Pérmico

En la segunda parte del Paleozoico las tierras emergidas se reparten en dos continentes, Laurasia en el norte y Gondwana en el sur, que se visten de verde con enormes bosques de plantas con semillas.

En esta época se consolidó la expansión de la vida sobre los continentes. Sin embargo, la Era Paleozoica terminó con la mayor extinción masiva en la historia de la Tierra, la del Pérmico-Triásico, que causó la desaparición del 70% de las especies terrestres y el 90% de las marinas.

Devónico: anfibios, insectos y plantas con semillas

El periodo Devónico, que comenzó hace 420 millones de años, se caracteriza por la aparición de varios tipos de peces, que abarcaban tiburones, dipnoos, peces acorazados y una forma primitiva de peces con escamas duras. De estos últimos evolucionaron probablemente los primeros anfibios, aparecidos hace unos 365 millones de años.

Devónico

También había corales, estrellas de mar, esponjas y trilobites, así como algunos artrópodos terrestres, entre ellos, el primer insecto conocido, aunque sin alas. Se desarrollaron las plantas leñosas y, a finales del Devónico, lo hicieron otras plantas terrestres tales como los helechos, colas de caballo y unos árboles escamosos relacionados con los actuales selagos.

En el Devónico aparecieron las primeras plantas con semillas, que se extendieron rápidamente formando inmensos bosques.

Hubo mucha actividad tectónica, ya que Gondwana y Laurusia se empujaron sin tregua. Hacia el final del período se produjo una nueva extinción masiva debida al enfriamiento del clima que afectó, sobre todo, a la vida marina.

Carbonífero, la diversidad de la vida

Hace unos 359 millones de años, algunas plantas terrestres comenzaron a diversificarse y a aumentar de tamaño, sobre todo en zonas pantanosas. Enormes bosques prosperaron y quedaron sepultados en estratos sucesivos que, con el tiempo, se convirtieron en carbón. Por eso se llama Carbonífero.

Un grupo de tiburones, los cestraciontes, predominaron entre los grandes organismos marinos. Los animales terrestres más notables fueron una especie de lagartijas anfibias que provenían de los dipnoos.

En la segunda parte del Carbonífero surgieron los reptiles, que evolucionaron a partir de los anfibios y que eran ya terrestres. Otros animales de este periodo fueron los arácnidos, las serpientes, los escorpiones, más de 800 especies de ranas y unos insectos enormes, los más grandes que han existido.

Libélula gigante del Carbonífero

Los mayores vegetales fueron unos árboles escamosos, cuyos troncos medían más de 1,8 metros en la base y tenían una altura de 30 metros. También abundaron en este periodo unas gimnospermas primitivas y la primera conífera verdadera, una forma avanzada de gimnosperma que consistía en una planta vascular con semillas, pero sin flores.

De las antiguas masas terrestres sólo el protocontinente de Siberia se encontraba al norte de los trópicos, llegando casi hasta el polo norte. Gondwana, que comprendía lo que llegaría a ser Sudamérica, África, India, Australia y la Antártida, se encontraba en su totalidad en el hemisferio sur y abarcaba una vasta superficie centrada en las inmediaciones del polo. El periodo Carbonífero acabó con una gran glaciación.

Pérmico: reptiles y Pangea

El último periodo del Paleozoico, el Pérmico, comenzó hace 299 millones de años. Ocurrieron sucesos tan relevantes como la desaparición de gran parte de los organismos marinos y la rápida evolución y expansión de los reptiles, diversificados en dos tipos: reptiles semejantes a los lagartos, completamente terrestres, y reptiles semiacuáticos lentos.

Reptiles del Pérmico

Un pequeño grupo de los reptiles, los teriodontes o teriodontos (Theriodontia, dientes de bestia en griego), fueron el origen de los mamíferos y, por tanto, nuestros antepasados. La vegetación de este periodo, muy abundante, estaba constituida sobre todo por helechos y coníferas.

La parte final del Paleozoico fue un periodo de agitación generalizada de la corteza terrestre, en el que emergieron continentes de debajo de los mares poco profundos del carbonífero precedente. Los depósitos acumulados en fosas geosinclinales fueron sometidos a presión y elevados en forma de sistemas montañosos: los Apalaches del centro y del sur en Norteamérica, y los Urales en lo que más adelante sería el territorio que ocupa Rusia.

Paisaje del final de la Era Paleozoica

Europa y Asia se unieron mientras que al oeste una colisión entre placas continentales unía Norteamérica con el continente de Gondwana. A finales del periodo Pérmico y, por tanto, de la Era Paleozoica, todas las masas continentales de la tierra se reunieron en una sola, llamada Pangea.

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