Física cuántica. Astronomía y pensamiento

Física cuántica
Recreación del caos cuántico

Esta imagen servirá para darnos una idea del caos cuántico. Imaginemos que vemos un canal de televisión. Las partículas reciben instrucciones de cómo colocarse ordenadamente para formar una imagen. Ahora imaginemos que lo desconectamos, pero el televisor continúa encendido. Las partículas dejan de recibir instrucciones y se colocan como quieren. Se desordenan, se mueven libremente y forman la caótica imagen de nieve en la pantalla. Es un experimento imaginario, no real -pues en el ambiente hay muchas ondas y radiaciones que envían instrucciones-, pero recrea el caos de la física cuántica.

Desde los primeros astrónomos hasta Einstein el concepto de Universo y realidad ha cambiado muchas veces. Pero siempre era un universo armónico, ordenado y predecible. Sin lugar para el azar ni el caos.

Desde 1930, la física cuántica es la última gran revolución del pensamiento científico. Echa por tierra todo lo que creíamos saber sobre el universo y la realidad. El mundo de las partículas subatómicas no es ordenado ni predecible. Sólo puede predecirse la probabilidad de que algo suceda. El azar existe. Además, la realidad sólo se convierte en real de una manera determinada y no de otra cuando la observamos.

Por si esto fuera poco, algunas partículas están conectadas entre sí instantáneamente, con independencia del espacio físico que exista entre ellas. No importa que estén en lados opuestos del Cosmos, la transmisión de información entre ellas es instantánea.

La física cuántica abre las puertas a un universo nuevo por explorar.


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