Espuma marina

Hay ocasiones en que unos mares parecen ser más espumosos que otros; y es que determinados factores combinados pueden producir que las olas lleguen a la playa con escasa espuma, o bien que nos parezca que estamos contemplando el interior de una lavadora. Pero, ¿por qué ocurre esto?, ¿tan diferentes en composición son las aguas marinas de unos mares con respecto a las de otros?

Lo cierto es que no. Generalmente la espuma marina es similar a la que aparece en la cerveza o en los refrescos carbonatados; es decir, son burbujas de aire creadas al agitar las aguas. Por tanto, si el mar se encuentra muy revuelto, la espuma que se genera será mayor que si está en calma. Basta con agitar una cucharilla en un vaso de agua para comprobarlo. Si, además la temperatura de las aguas es baja, la espuma permanecerá más tiempo, ya que los gases no se escapan a la atmósfera con tanta velocidad como cuando el sol calienta más.

Mar agitado en Galicia

Esto fue lo que ocurrió el Día de Reyes de este año 2014 en el pintoresco pueblecito pesquero de A Guarda (Galicia). Las olas de incluso diez metros de altura arrojaron al puerto y parte de la localidad tal cantidad de fría espuma que llegó a cubrir varias decenas de kilómetros y dio lugar a bellas puestas de sol como la que se muestra en la imagen.

Otro factor que contribuye a la aparición de espuma son los contaminantes orgánicos que los ríos vierten al mar, cargados de fertilizantes, abonos y detergentes. Al ser agitados por el oleaje dan lugar a grandes masas de espuma, de igual forma que si echamos lavavajillas en un vaso de agua y, a continuación, lo removemos con una cucharilla.

La presencia de contaminantes orgánicos en el agua crea a su vez la proliferación de numerosos microorganismos que vuelven a las aguas más densas, al multiplicarse y añadir productos químicos de su metabolismo, lo que hace que la espuma permanezca mayor tiempo (alteran la tensión superficial del agua, es decir, la resistencia que el agua hace a que los gases escapen a la atmósfera) a la vez que impide la correcta oxigenación del agua volviéndola insana para los organismos que viven de ella.

Esto suele ocurrir cada cierto tiempo en Australia, dejando playas cubiertas por espuma y contaminantes orgánicos como se aprecia en la fotografía. Si comparamos la espuma de esta imagen con la de la imagen de Galicia observaremos que la espuma contaminante puede distinguirse con facilidad al presentar el mismo aspecto que la creada por los geles en la ducha o por los detergentes domésticos. ¿Por qué? Pues porque suelen estar formadas por las mismas sustancias.

Mar de espuma en Australia

Como curiosidad, ¿sabías que existe un tipo de mineral blanco conocido como espuma de mar? Es muy fácil de tallar y los antiguos marineros solían emplearlo para hacerse pipas de fumar. Aunque la formación de este mineral no tiene nada que ver con el mar, pues es una variedad de la sepiolita, su nombre se lo debe a marineros alemanes que posiblemente lo llamaron así por su aspecto blanquecino y flotar en el agua, más aún si es marina, más densa por las sales que contiene.

Por cierto, la sepiolita ha resultado ser sorprendentemente útil cuando hay un vertido de petróleo en el mar ya que absorbe el contaminante a la vez que permanece a flote evitando que éste se deposite en el fondo matando a los animales que allí viven, a la vez que facilita la retirada del contaminante del agua.


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