Esos puntos brillantes en el cielo nocturno... Aunque la mayor parte del espacio que podemos observar está vacía, es inevitable que nos fijemos en el brillo de cada estrella.
No es que el espacio vacío carezca de interés, que lo tiene. Simplemente, estos luceros llaman nuestra atención. Pocos espectáculos emocionan tanto como contemplar un cielo nocturno estrellado, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, en una noche clara y serena.
Las culturas antiguas fueron privilegiadas en la visión de las estrellas en vivo. Alucinaron, ¡mucho!, y les otorgaron toda clase de poderes. Creyeron ver dibujos, imaginaron las constelaciones y se inventaron la astrología. Pero en AstroMía procuramos aprender astronomía. Por eso hemos elaborado este capítulo: para estudiar el firmamento desde el punto de vista astronómico.
Hay estrellas tan vistosas que tienen nombres propios desde la antigüedad. Otras se han nombrado después de la invención del telescopio y se agrupan en catálogos. Sin embargo, la mayoría resultan invisibles, incluso con telescopios. Sólo vemos algunas, pocas, de nuestra propia galaxia.
Una estrella (del Universo) es una esfera de plasma. Podemos investigar una desde cerca, el Sol. Esto ha servido para obtener mucha información sobre las estrellas. Por ejemplo, sabemos que a causa de la atracción gravitatoria, la materia de una estrella tiende a caer hacia el centro y concentrarse allí. Eso hace que aumente su temperatura y presión.
A partir de ciertos límites, este aumento provoca reacciones nucleares que liberan energia, generando un impulso hacia afuera que equilibra la fuerza de la gravedad, con lo que el tamaño del astro se mantiene más o menos estable durante un tiempo. Mientras, emite al espacio grandes cantidades de radiación, entre ellas, la luminosa. Se hizo - y se hace - la luz.
Lo que realmente determina la vida y evolución de cada estrella es su masa. Las que tienen poca se mantienen durante mucho tiempo en la secuencia principal. Las de masa intermedia duran menos, y suelen evolucionar hacia gigantes rojas, que desprenden una nebulosa planetaria y se quedan como enanas blancas. Las estrellas supermasivas tienen una vida más corta y violenta, y muchas acaban explotando como supernovas.
Según la cantidad de materia que consiga reunir una estrella y el momento del ciclo en el que se encuentre, nos podemos encontrar con fenómenos y comportamientos muy diversos. Hay estrellas enanas, gigantes, binarias, variables, cuásares, púlsares, hoyos o agujeros negros...
En las siguientes páginas vamos a dar una visión general sobre las estrellas, sus tipos, sus comportamientos y su evolución. Despegamos.
En este capítulo: