Cohetes Rusos y Americanos

Foto 1

Los desarrollos tecnológicos, conjuntamente a consideraciones políticas interesadas, influyeron inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial en la evolución de los cohetes. Los últimos meses de guerra, por otra parte, habían demostrado el evidente potencial destructivo de los misiles.

Cuando las tropas soviéticas y americanas entraron en Berlín, todos los ingenieros misilísticos de Peenemunde terminaron por ser raptados, en parte por los americanos y en parte por los rusos. En sus nuevas patrias los ingenieros alemanes construirían más tarde una generación de nuevas armas que convertirían a los EEUU y a la URSS en superpotencias.

Los soviéticos, temerosos de la potencia americana en los convencionales bombarderos de amplio radio de acción, se dedicaron de inmediato a un programa que, a través del desarrollo de los cohetes a combustible líquido, llevaría a la creación del primer misil balístico intercontinental. Bajo la guía de los ingenieros alemanes, los rusos lanzaron su primer V2 en octubre de 1947 y más tarde, en 1949, lograron realizar un misil más avanzado que llamaron T1.

Cinco años más tarde, en 1954, los rusos construirán ya vehículos de varias secciones, los primeros de una generación de misiles de largo alcance, capaces de llevar sus cabezas atómicas a las bases enemigas a miles de quilómetros de distancia.

También los expertos americanos utilizaron la V2 como punto de partida para desarrollar una nueva tecnología militar. Baste recordar que entre 1946 y 1951 unos sesenta y seis V2 fueron lanzados de la base de White Sands en New México.

A diferencia de los rusos, los americanos, confiando en la potencia de sus bombarderos de gran autonomía, al principio no construyeron grandes misiles y prefirieron concentrar sus esfuerzos en el diseño de pequeños cohetes tácticos. Sin embargo, en 1947, también los americanos se dedicaron al estudio de misiles balísticos intercontinentales para estar preparados, en caso necesario, a combatir a los soviéticos.

Surgieron tres proyectos diferentes. El primero fue llamado "Teetotaler" porque no se utiliza alcohol en el carburante; el segundo fue bautizado "Old Fashioned" (viejo estilo) porque se basaba en la vieja V 2; el tercero se denominó Manhattam porque el cohete transportaría una bomba atómica, la criatura del llamado proyecto Manhattan.

Aparecieron así una serie de cohetes. El primero, simple reelaboración de una V 2, fue llamado Bumper: se había logrado acoplando la primera sección de una V 2 con la segunda sección de un misil Wac Corporal. El vehículo presentó de inmediato muchos problemas y pronto fue abandonado.

Después del programa Bumper el ejército americano construyó el primer misil operativo. El grupo de trabajo estaba dirigido por el ingeniero alemán Werner von Braun, que más tarde se convertiría en ciudadano americano. Los estudios para el nuevo cohete se basaron en la vieja V 2 y el misil fue bautizado ~Redstone~. El primer lanzamiento se realizó con éxito en 1953.

Pero los americanos advirtieron su error en el desarrollo de misiles militares. Para superarlo, nace el programa Atlas. Comparado con el Redstone, el nuevo cohete era un gigante. Había comenzado así la era de los grandes cohetes americanos que tendría un posterior e importante desarrollo a finales de 1955, cuando comenzaron los trabajos sobre dos misiles de alcance intermedio: el Thor y el Júpiter.


Búsqueda personalizada

Inicio