Pangea, toda la tierra

Mediante el estudio de los relieves en las tierras emergidas actuales, la edad de éstos y el tipo de fósiles contenidos en las rocas los geólogos han podido conocer la evolución que han experimentado los continentes. Así, hace cerca de 1.100 millones de años (m.a.) se cree que todos los continentes se unificaron en uno denominado Rodinia, que se fragmentó hace unos 750 m.a. para volver a formarse un nuevo megacontinente llamado Pannotia, hace cerca de 600 m.a. Y nuevamente volvió a fragmentarse 60 m.a. más tarde.

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El problema es que existen muy pocos registros de rocas de estas edades que se encuentren emergidas y suficientemente expuestas como para permitir realizar estudios geológicos en ellas, que permitan compararlos y determinar espacialmente la forma y posición de los continentes en esos tiempos.

En lo que sí hay mayor acuerdo es en aceptar que los distintos continentes que existían tras la supuesta rotura de Pannotia se fueron aproximando nuevamente para generar, hace cerca de 300 m.a., un macrocontinente denominado Pangea o lo que es lo mismo, "toda la tierra" (traducido del griego).

La enorme inmensidad del continente permitió que se desarrollaran y distribuyeran infinidad de especies -tanto en tierra como en el megaocéano circundante denominado Panthalassa o "todos los mares"- generándose grandes bosques que darían lugar a casi la totalidad de las grandes concentraciones de carbón que todavía actualmente se continúan explotando.

Esta situación tocó a su fin cuando el magma se abrió paso hasta la superficie creando una gran fractura y la formación de una dorsal que supuso el comienzo de la fragmentación del megacontinente, hará unos 200 m.a. Esta separación trajo consigo la desaparición de grandes grupos de seres vivos hacia el final del Pérmico y principios del Triásico, suponiendo un cambio de era (del Paleozoico al Mesozoico).

Hace 300 millones de años

Comenzaba así la "era de los dinosaurios" o Mesozoico acarreando una pérdida de casi el 95 % de los seres vivos que hasta entonces existían, en la mayor extinción faunística de la historia y aún actualmente no muy bien entendida, manejándose diferentes causas para explicar tan masiva mortandad de especies.

De Pangea al mundo actual

En general se distinguen tres principales etapas que desembocaron en la desfragmentación de Pangea. La primera, hacia comienzos del Jurásico, supuso la aparición de un proto-océano o Thetis, el futuro océano Atlántico. Norteamérica y Europa (llamándose Laurasia a este conjunto de tierra situado al norte del protoocéano) se separaron de las actuales África y resto de América, que estaban unidas junto a otras placas (conocida como Gondwana).

El Thetis continuó creciendo, separando a ambas masas terrestres a la vez que dentro de Gondwana se separaba la placa africana comenzando a generarse lo que sería el océano Atlántico sur, en el Cretácico. Esto provocó el giro de Gondwana de manera que el norte de la placa africana se aproximó a Laurasia generando el cierre de una zona del Thetis que más tarde producirá el mar Mediterráneo y océano Índico. Por su parte la nueva masa de Gondwana que contenía a la placa africana sufrió fracturas desprendiéndose la placa Antártica y la de Madagascar.

De Pangea al mundo actual

De esta forma se llega a la segunda etapa, a lo largo del Cretácico, que acabará con la formación de Sudamérica, África, India y Antártida + Australia. Estas separaciones continúan agrandándose generando mares en progresivo aumento, a la vez que India se desplaza desde el sur de África hasta situarse en su posición actual, separando el Mediterráneo del Índico.

En la tercera etapa y nuevo cambio de era (comenzaba la "era de los mamíferos"), Laurasia se fragmentó y el Atlántico aumentó su tamaño, llevando a los continentes a situaciones muy cercanas a las actuales. Aún hoy el Atlántico continúa expandiéndose de forma que hay quien considera que las tierras emergidas están en una lenta deriva hacia un nuevo megacontinente futuro.


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