Los planetas ligeros o gigantes gaseosos se localizan en la parte externa del Sistema Solar.
Son planetas constituidos básicamente por hidrógeno y helio, reflejo de la composición de la nebulosa solar primigenia.
Estos gigantes gaseosos tienen importantes actividades meteorológicas y procesos de tipo gravitacional, con un pequeño núcleo y una gran masa de gas en convección permanente.
A Júpiter, Saturno, Urano, y Neptuno se les conoce como los planetas Jovianos, es decir, relativos a Júpiter. Son gigantescos comparados con la Tierra y tienen naturaleza gaseosa como la de Júpiter. Los planetas Jovianos son considerados gigantes de gas, aunque algunos tienen el centro sólido.
Los grandes planetas, Júpiter y Saturno, poseen sistemas de satélites que, en cierto modo, son modelos en miniatura del Sistema Solar. Aunque no disponen de fuentes termonucleares de energía, siguen liberando energía gravitatoria en cantidad superior a la radiación solar que reciben.
Otra característica común, es el poseer anillos formados por pequeñas partículas en órbitas más cercanas que las de sus satélites.
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