Modelado de las zonas áridas

Las zonas áridas del mundo se extienden entre los 0º y 60º de latitud norte y entre los 0º y 55º de latitud sur. El modelado estrictamente árido se circunscribe a los sistemas subdesérticos (zonas esteparias, cuenca Mediterránea y norte de México entre otras), desérticos y zonas tropicales desérticas, como el Sáhara, Kalahari, Arabia, Australiano y el desierto de Sonora.

Los aspectos o relieves característicos de este tipo de sistema morfoclimático son los siguientes, divididos en distintos grupos:

Formas de erosión

Componentes de un desierto

Cárcavas y barrancos; pedestales de erosión; montes-isla o cerros aislados destacando en la llanura; rocas en forma de seta; arcos rocosos producidos por acción del viento cargado de finas partículas; cauces secos excepto en la época húmeda de fuertes lluvias y llamados uadis en Marruecos, barrancos en Canarias, ramblas en el SE de España y rieras en Cataluña; reg o campos de piedra (en el Sáhara), llamados hamada en Sudán, que corresponden a grandes extensiones de escasa pendiente cubiertas por infinidad de piedras.

Estas son las únicas que continúan una vez que el viento ha arrastrado en suspensión al material más fino. Suelen presentar una especie de barniz oscuro producido por la erosión continua de la arena arrastrada por el viento.

Formas de depósito

Hay varias formas de depósito: glacis o acumulación de fragmentos de roca desprendidos de los relieves de los monte-isla; pavimento desértico (acumulación de cantos de pequeño tamaño entre los mayores de los reg durante la época de lluvias esporádicas); loess o acumulación de partículas tamaño limo; erg o llanuras cubiertas de arena; dunas o acumulación de partículas tamaño arena o inferior donde se forman las características rizaduras o ripples.

Erosión eólica en Arizona (USA)

Todas estas morfologías características de las zonas áridas son la consecuencia de las acciones combinadas que se explican en estas páginas:

La meteorización física o mecánica, que es la disgregación física de las rocas en fragmentos, a causa de los cambios de temperatura, humedad y actividad biológica.

La meteorización química, procesos llevados a cabo por medio del agua o por los agentes gaseosos de la atmósfera como el oxígeno y el dióxido de carbono.

La acción del viento o erosión eólica. El viento forma estructuras como las dunas, pero también otras formas espectaculares, en las rocas de las regiones donde actua con mayor intensidad.


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